Hace cinco años que recibí por primera vez este masaje y en ese momento decidí que lo iba a aprender para ofrecerlo a los demás.
Me ayudó a liberar muchas de las tristezas y dolores que no pude expresar en su momento. Me di cuenta de que aquellas emociones estaban atrapadas en mi musculatura y con ese contacto amoroso y presente se despertaban e incluso aparecían los recuerdos que estaban allí contenidos.
Otras veces surgía de mí una rabia instintiva que necesitaba encontrar salida y sentía como esa energía fluía a través de mi.
En ocasiones me ayudaba a tomar consciencia de aquello que en ese momento tenía dificultad de ver y comprender.
Este masaje significó para mí un antes y un después en mi vida y en mi despertar, algo que llevaba años buscando si saber qué era. La herramienta para conocerme mejor y ayudar a los demás.
Decidí formarme y en cuanto me sentí preparada empecé a ofrecerlo altruistamente. Quería que todo el mundo lo conociera…
Hoy puedo decir que amo lo que hago y hago lo que amo.
Cuando doy este masaje siento como me coloco en mi centro, en mi parte amorosa y en mi lado instintivo y me entrego a la experiencia.
Percibo como está la persona, si ofrece resistencia, si tiene miedo, si está triste…, y permito que suceda lo que tenga que suceder o no.
Algunas veces la persona se emociona, llora una tristeza que necesitaba ser expresada o conecta con una situación no resuelta de su vida. Otras me cuentan que han encontrado respuestas a una situación o han comprendido algo que necesitaban comprender.
Cada zona del cuerpo contiene su propio mensaje y al masajearlo la persona puede tomar consciencia de cómo se relaciona con el mundo. Si es exigente, si es flexible, si necesita controlar, si siente miedo a entregarse… Todo ello se refleja durante el masaje.
Ocurre que no siempre estamos preparados para recibir, ni podemos aflojarnos y eso también está bien así y la persona toma consciencia de ello.
Ahora sé que es un encuentro entre almas. Así de sencillo… y así de bonito.
Me gustaría compartir algunos comentarios que, generosamente, algunas personas que han recibido el masaje han colgado en Facebook:
«Este masaje va mucho más allá del clásico descontracturante-relajante, porque trabaja con las huellas que nuestros estados emocionales dejan en el cuerpo, velando por la salud del alma. A mí me despierta el subconsciente, me remueve aquello que no tengo resuelto, me aquieta el espíritu y me lleva a un estado de consciencia renovada.»
A.C.
«Tanto mi marido como yo podemos decir que hemos encontrado en Antonia un hada mágica que ha conseguido con sus manos, su voz, su presencia, su cuidadoso trabajo…. liberarnos de dolores y pesares que nadie había resuelto. Una gran suerte que se cruzara en nuestro camino.»
A.G.
«El masaje correctivo profundo que realiza Antonia Jerez, va más allá del masaje. Yo llevaba mucho tiempo con un dolor profundo por la pérdida de mi primer hijo, un dolor emocional que se tradujo en una contractura difícil de paliar. Las manos de Antonia pudieron con ese dolor que arrastró parte del sufrimiento que contenía. Tres meses después sigo sin dolor y muy agradecida por la humanidad y las manos de Antonia. Mil gracias.»
E. C.
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