A menudo la gente me pregunta “pero tú ¿qué haces exactamente?” y yo pienso “a ver como lo cuento”. En realidad, lo que quieren saber es “tú, ¿cómo puedes ayudarme?”. Y si lo miro así, me resulta más fácil explicarlo.

Empezaré por una conclusión a la que llegué durante un proceso con un cliente. Le dije “yo quiero clientes conscientes, responsables y auto-suficientes”. Así, de golpe, parece un tanto raro, pero lo puedo desarrollar.

Yo, que vengo de la antigua escuela, trabajaba en una gestoría donde los clientes se presentaban con una bolsa del súper llena de papeles y no volvías a saber de ellos hasta que les llamabas para decirles lo que les tocaba pagar a Hacienda, la consciencia, la responsabilidad y la autonomía, brillaban por su ausencia, dependían absolutamente del gestor.

Mis clientes, con el tiempo, ya saben, antes de que llegue el trimestre, cuanto van a pagar y en función de su estado financiero, si aplazan, fraccionan o lo pagan todo de golpe. Y lo hacen porque les he facilitado las herramientas suficientes para que lleguen a estos cálculos por ellos mismos.

Y ¿Cómo lo hago? Es un proceso durante el cual, siguiendo los preceptos de la terapia Gestalt, en lugar de responder directamente a sus preguntas, les hago reflexionar sobre sus acciones. Una muy simple es:

-Graciela, el del banco me ha dicho que abra un PIAS, yo no tengo ni idea de que es eso, que hago?

– No sé, ¿qué es un PIAS?

-Ah, no tengo ni idea, me lo ha dicho el de Banco.

-Ya, ¿pero para que quieres un PIAS si ni siquiera sabes lo que es?

-Pues tienes razón, le voy a preguntar al del banco que es un PIAS.

Un PIAS es un Plan Individualizado de Ahorro Sistemático, te hacen firmar un papel y resulta que estás contratando un seguro para ahorrar dinero de cara a la jubilación y cuando lo quieras rescatar, te harán tributar por él. O sea, el que gana es el del banco que le pagan una comisión por cada PIAS que consigue.

-Graciela, ya he averiguado lo que es un PIAS y no sé si lo necesito, ¿qué hago?

– ¿Tú que querías hacer en realidad?

-Pues ahorrar.

– ¿Y necesitas a alguien que te guarde el dinero para ahorrar?

-No, igual con una cuenta a parte tengo suficiente.

-Pues ya está. ¡Pero sobre todo consigue una que no te cobren comisiones, eh!

Os juro que esta conversación es real y desde entonces mi cliente cuestiona más al del banco.

No nacimos aprendidos y tampoco estamos obligados a saber de todo, pero si nos hacemos las preguntas adecuadas podemos llegar a una conclusión coherente nosotros solitos.

Y así con muchas cuestiones, contables, fiscales, financieras… hablo mucho con mis clientes, constantemente, mi antiguo socio me preguntaba porque quedaba con ellos tan a menudo y la verdad es que en cada reunión salía un tema, después de revisar las dudas que traían anotadas, cuando ya se iban…  “Ay! Por cierto, el otro día vi una cosa en internet…” y justo eso era lo que realmente les traía de cabeza. Si no das espacio para esas cosas, no salen.

Cada autónomo es una empresa, pequeña pero una empresa y tiene que aprender a pensar como tal.

Tal vez eso es lo que yo hago, enseñar a las personas a pensar como empresas para que puedan separar una cosa de la otra, no solo en lo económico.  No se puede estar todo el día con el profesional modo “on”. Yo lo pongo en práctica con las comunicaciones, les ruego que me escriban sus dudas por mail y que dejen el wsp para los memes, pero de esto ya hablaré en otro post ?

Si quieres más información sobre cómo puedo ayudarte, no dudes en contactar conmigo.