Algunas de las que leáis este artículo pudisteis ver el reportaje emitido por TV3; “l’Emma vol viure”. Adelanto que no está disponible en internet y que relata un demoledor proceso de anorexia nerviosa que termina con la muerte de la protagonista, Emma, y autora del reportaje.
Si no lo has visto, no te lo recomiendo. A pesar de que mi artículo es un conjunto de reflexiones sobre él, pueden interesarte algunos mensajes subyacentes. Espero que así sea.
Los dos días siguientes a la emisión del reportaje, me sentía algo desolada e impresionada, tanto como para no poder despegarme del relato, de la historia, del drama. Unos días después me abordó una sensación de nada al respecto, un Silencio interno, ninguna energía en ello. La Nada se me hizo oscuridad, falta de luz. Mi falta de luz es Confusión, así que deje que la confusión hablara. Mi confusión hace preguntas, yo hago preguntas, para salir de la confusión, la confusión y las preguntas me sirven para salir del dolor emocional. Bien, aun así, me dejo con mis preguntas, reflexiono, opino, dejo que mis palabras hablen sobre mi dolor.
Y estas son mis preguntas, impresiones, respuestas quizás:
Nada más empezar el reportaje aparecen unos padres que se dan cuenta de que su hija no ha comido galletas durante unos días, a esto le sigue de inmediato el diagnóstico; anorexia nerviosa muy grave. Entre “dejar de comer galletas” y estar “muy grave” no hay nada. ¿Qué sucede en realidad entre estos dos puntos? Lo que sucede y que no nos cuentan, es de gran importancia y es de gran importancia que alguien se diera cuenta de ello. Ella, sus padres o algún terapeuta debieron enterarse de qué le estaba pasando a Emma mientras iba dejando de comer, además de que iba dejando de comer. Sin respuesta.
Relatan innumerables ingresos, incluso forzosos, alimentación asistida por sonda y poca recuperación ponderal, pérdida de peso continuada a pesar de estar en tratamiento intensivo… Como pudo llegar tan lejos como para acercarse tanto a la muerte a pesar de estar ingresada y con alimentación asistida? Como lo hizo? El reportaje no nos cuenta esto.
Que yo sepa los ingresos sirven precisamente para evitar esta situación tan crítica.
Que pasa, como es y de qué manera influye en ella la psicoterapia que debió hacer cuando aún había posibilidades de toma de conciencia de enfermedad, de desarrollar motivación para el cambio y de comprender el Para que del síntoma? En eso consiste la psicoterapia, no tiene que funcionar siempre, pero es lo único que cura. Nada sobre esto.
Casi nunca se llega tan lejos, a no ser que nada haya pasado ni dentro ni fuera durante el proceso de enfermedad, que nada se haya movido en ningún lugar.
Quizás había un trastorno de personalidad que impidió la recuperación? No lo mencionan.
También me resulta inquietante el relato de sus padres, hablan de cuan “especial, sensible, siempre reclamando cariño, exigente…” era. Enumeran las 3 cosas más comunes en las personas con anorexia; la exigencia, el perfeccionismo y la baja autoestima. No se profundiza y acaba resultando simple, como si todo fuera responsabilidad únicamente de ella y su personalidad. (la anorexia es multicausal: influyen factores personales, familiares y sociales. Explicado desde la gestalt “Todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo de encontrar y mantener el equilibrio adecuado entre si mismo y el resto del mundo” F. Perls. “El neurótico es el hombre (o mujer) sobre el cual la sociedad actua con demasida fuerza”. F.Perls. Es decir no somos nada sino en relación a nuestro ambiente, todo ocurre en el contacto, lo sano y lo enfermo)
Por otro lado la familia aparece como modélica, sin conflictos ni problemáticas, los padres parecen conectados emocionalmente, abiertos y resueltos. Me importa el Cómo se presentan, indica qué muestran y qué esconden. Esconder lo no perfecto es tarea de casi tod@s, esconderlo muy bien, lo logran poc@s, los más perfeccionistas. Estas características no son propiedad de la afectada por anorexia, son dinámicas familiares que suelen afectar a todos o algunos de sus miembros.
Un detalle; El viaje a New York (prometido al llegar a un peso, concedido sin llegar al peso) Eso es un premio por estar enferma. Es fácil que pase, y lo es también que la atención que se recibe durante la enfermedad es la que no se tuvo o no se creyó tener estando sana.
Hasta ahora escudriño el entorno familiar y terapéutico buscando explicaciones que no aparecen en el reportaje. Todo para salir de la confusión que evita el dolor por algo que me cuesta aceptar. Me paro ahora un momento a mirar a Emma. Vuelvo a sentir la nada, esta vez es Vacío. Ese Vacío que siento en la falta de contacto con el otro, ya sea porque no estoy presente o porque el otro no está presente. En este caso, ella No está. No está durante el reportaje, no hay nada de ella ahí, solo Anorexia. De ahí el vacío y la nada.
No puede haber conciencia de enfermedad cuando ella es la enfermedad (lo mismo que no tengo conciencia de mi nariz porque no la veo, está pegada a mi), no puedo tener motivación para el cambio si no tengo conciencia de qué cosa quiero cambiar. Me pregunto qué era lo que la anorexia le estaba dando que tanto necesitaba como para aferrarse tanto a ella. Alguien le preguntó esto? Porque es inconsciente, pero lo inconsciente se hace consciente cuando se enfrenta.
Dicho todo esto es, a mi juicio, el propio reportaje y la sensación que deja al espectador/a, donde está la clave del asunto. Nos dice desde donde está hecho y para qué. Significa la enfermedad.
Pudo ser ocurrente pensar que documentar su proceso la motivaría, sólo que seguía siendo poner el locus de control fuera (os voy a demostrar que me voy a curar, a vosotr@s, los de fuera) y también era una posibilidad pensar que hacerlo era algo así como darse importancia por tener anorexia, adquirir identidad, otorgar sentido a su vida, ser alguien, trascender a través de ello o quizás, un reto más para demostrar su valía, desde el mismo lugar que la enfermó.
Porque el reportaje muestra las dos capas superficiales del asunto; la del síntoma y por encima, la de las consecuencias del síntoma, ahí rebotamos como una pelota, del síntoma a las consecuencias y otra vez al síntoma y otra vez a las consecuencias. Quedamos atrapados en la Trampa del Oso de Perls y ahí es donde hemos estado mientras veíamos la televisión. Sin posibilidad de levantar la alfombra, justo lo que la anorexia produce, una especie de hipnosis.
En definitiva, el reportaje NO sirve para que comprendamos la anorexia nerviosa, el reportaje sirve para removernos, para impactarnos, para que sintamos compasión, impotencia, desconcierto y horror. Justo todo lo que la anorexia quiere provocar cuando quiere quedarse, porque desde ahí solo podemos ser espectadores pegados a la pantalla, al morbo, sin luz propia, sin NADA o más bien CON NADA que decir ni que hacer.
Un gran reto para las familias y para nosotr@s l@ terapeutas, dar un paso atrás cuando la enfermedad nos atrapa. No dejar de ver a la persona que está escondida detrás del trastorno. Hacerle saber que no caeremos en la trampa del oso y sostenerla para que pueda encontrar lo que necesita sin hacer uso de la enfermedad.