4a Fase: Acción
La Conciencia de enfermedad y la motivación para el cambio en los trastornos alimentarios.
Llegamos ya al final del “principio” que supone el proceso terapéutico para la superación de un trastorno alimentario, todas estas lecturas anteriores vienen a sugerir que este proceso no siempre es fácil, ni siempre es rápido y añado; no es lineal y por desgracia, no todas llegan aquí.
En este momento del proceso existe en la persona la conciencia, la energía y el deseo de superar este asunto que tanto la invalida. Se moviliza el organismo animado por la parte “sana”, acallando a la “enferma”.
Esta es una fase determinante, vamos a empezar tratamiento. Si me dejo que me llegue un poquito esto, notaré alivio. Claro que lo neurótico y lo sano permanecen ahí, en una guerra en la que se van sucediendo las victorias y derrotas de ambas partes, como se suele decir, durante el proceso se pueden perder batallas, pero no la guerra.
Toca un paréntesis, por si aparece la que se quiere dar media vuelta; ahora que cuento con mis propias ganas no me puedo permitir hacerlo sola y agotarme en el intento. Lo de: “yo puedo sola”, puede pasarte por la cabeza, yo lo he escuchado algunas veces y no me atrevo a decir que sea imposible pero me consta que esa soledad con la que una se quiere curar es la misma que el bicho necesita para seguir ahí, por eso, la soledad ayuda más a la parte enferma que a la sana, es decir que la soledad no facilita, sólo dificulta y por eso hay que evitarla.
EL “yo puedo sola” ayuda a la enfermedad y a algunas de sus grandes aliadas: el perfeccionismo y la exigencia que afirman: “tengo que poder!”… eso es lo que llevas haciendo toda la vida; poder con todo! Detrás se esconden vanidad y orgullo; ego. Vale la pena pedir ayuda porque de un plumazo te quitas de encima la alianza con el bichoy el tener que poder con todo y te acoges a la vulnerabilidad que supone reconocer que a veces no puedo. Que descanso!
Hacer proceso terapéutico es imprescindible. Moverse hacia ahí ya provoca un cambio importante; la alegría de haber hecho algo, el alivio del me van a ayudar, descubrir que esto tiene nombre y le pasa a otras.
Por supuesto que ahí las resistencias afloran porque el miedo crece y la terapia se visualiza como la gran enemiga comandada por las batas blancas, con sus horribles intenciones. Si podemos identificar cuando estamos equivocando al enemigo, estaremos protegidas de nuestro propio pensamiento. No sirve cuestionar, incluso cuando creemos firmemente que los terapeutas son insufribles, aun así, el foco de la responsabilidad se está desviando y echar la culpa fuera es peligroso.
Un poco sobre los tratamientos, las terapias y los especialistas:
Como terapeuta Gestalt especializada en TCA, propongo un trabajo terapéutico propio de base gestáltica, como no puede ser de otra manera. Antes de desarrollar brevemente el para qué,creo que es útil trabajar desde este enfoque, quiero explicar en qué consisten los tratamientos convencionales. Lo hago porque creo en la complementariedad y porque los considero útiles y necesarios para no alargar un sufrimiento que es estéril y solo sirve para desgastar a la persona.
El tratamiento clínico, aplicado por especialistas de la psicología convencional/clínica de orientación cognitivo-conductual, es un tipo de tratamiento especialmente diseñado para contener los síntomas hasta que se deshabitúa a la persona y trabajar los pensamientos e ideas que los sustentan.
En las Unidades de Trastornos Alimentarios públicas (UTCAS) se ocupan eficientemente del seguimiento médico y de síntomas (peso, pautas alimentarias, analíticas, medicación, revisión de otras afectaciones físicas derivadas de la desnutrición y las purgas), trabajan con terapia grupal para la toma de conciencia, la identificación de pensamientos patológicos y el reconocimiento de patrones de conducta destructivos.
En estas unidades están los profesionales con más experiencia y en sus instalaciones se cuenta con espacios de hospitalización y hospital de día, muy eficientes puesto que son tratamientos de alta intensidad y de estancias relativamente cortas (de 1 a 4 meses)
A la vez sabemos que la media de tiempo que necesita una persona para superar un TCA es de 2 años y eso requiere de más trabajo terapéutico ya que también sabemos que la medicación no cura y que lo más eficaz es la psicoterapia. Por ello, la Gestalt especializada aporta un trabajo de profundización que las UTCAS no pueden aportar, un trabajo que va del síntoma como lo superficial a la raíz del mismo, un trabajo de búsqueda de las heridas emocionales que han dado lugar a la desconexión de la persona consigo misma.
La Gestalt incorpora el trabajo emocional y corporal como las dos dimensiones invisibles donde todas las experiencias de la vida están grabadas.Incorpora sobretodo un cómo muy importante; producir experiencia corporal-emocional-mental en vez de producir solo conocimiento (en terapia Gestalt más que hablar se expresa y se experimenta) eso le da mayor profundidad porque es la persona la que a partir de su propia experiencia desarrolla su conciencia y produce su propia transformación.
Opto por la complementariedad de ambos enfoques como un proceso de ir de fuera a dentro, para garantizar una transformación que haga que la persona ya no necesite el trastorno. Esa es la verdadera curación.
Qué hacer si eres….
Familiar, amiga/o, pareja:
- Colaborar con los profesionales, os darán indicaciones que deberéis seguir.
- Confiar en los profesionales, no cuestionar el tratamiento delante de la persona que se está tratando.
- Si dudáis del tratamiento, consultar a los profesionales o a las asociaciones,antes de emitir juicios.
- Reforzar la parte “sana”. Qué es la parte sana? Todo lo que nada tiene que ver con el trastorno; Sus relaciones de amistad y sentimentales, sus aficiones diferentes del deporte, sus estudios, proyectos de futuro, sus capacidades personales, sus emociones y opiniones.
- No reforzar, no atender, no discutir, ni responder, ni reaccionar, ante las actitudes patológicas: Que es lo patológico? La alimentación/la comida, el cuerpo propio, a veces el ajeno, incluye tanto la imagen como la salud física, el deporte/ejercicio físico.
- Recordemos que este trastorno tiene un componente adictivo importante y que las reacciones,cuando se impide a la persona hacer síntomas,son muy parecidas a las de un síndrome de abstinencia. Hay que estar alerta a esto, identificar este estado agitado e iracundo y procurar no reaccionar a ello.
- Empatizar con el sufrimiento que supone esta lucha interna.
- Apoyar, querer, reír, flexibilizar, soltar y disfrutar. Acoger y asumir la imperfección, el error, y la torpeza. Facilitar la desidentificación con el perfeccionismo y la exigencia que casi siempre tienen un origen familiar. Amar y dignificar sin pedir nada a cambio.
- Acordarse que la persona es mucho más que su trastorno, quitarse las gafas que únicamente ven síntomas y que la familia tuvo que ponerse en algún momento para ser los ojos de quien no quería ver, pero que ahora es tan importante quitárselas como lo fue ponérselas, ya que al hacerlo le decimos a la persona, que lo que vemos nos gusta, como siempre tuvo que haber sido, si no fue.